La recuperación de una fractura de cadera en residencias de mayores especializadas como la Residencia de Felechosa es una opción que eligen muchas familias para garantizar unos cuidados de calidad al paciente.
La instalación del Montepío cuenta con este servicio de estancia temporal y soluciones de vanguardia, como la posibilidad de utilizar terapia acuática
Pero ¿por qué recuperarse de una fractura de cadera en una residencia de mayores?
Aunque muchas personas piensan equivocadamente que las residencias geriátricas son una elección sin retorno, lo cierto es que cada vez más centro avanzados de mayores, como el del Montepío en Felechosa,ofrecen la posibilidad de optar a estancias temporales, casi siempre debidas a respiro familiar o para la recuperación tras un problema de salud.
En el caso de fracturas de cadera, un problema que sufren 47.000 personas al año en España, la recuperación se extiende más allá de la cirugía y la posterior rehabilitación. De hecho, la fisioterapia tras una fractura de cadera puede prolongarse durante varias semanas, en las que, además, la movilidad del paciente se ve reducida.
“Uno de los desafíos con los que se encuentra la medicina traumatológica y la ortopédica en la actualidad es la fractura de cadera del anciano, que representa el 49% de las estancias. En España más de 47.000 personas al año sufren una fractura de cadera. Entre las causas principales de la fractura de cadera en el anciano son la osteoporosis, las caídas o la reducción de actividad física”.
Debido a este alargamiento en el tiempo de la recuperación, muchas familias deciden optar por un centro de mayores para garantizar los cuidados del paciente. La Residencia de Felechosa ha ido especializándose en este asunto, apostando por técnicas nuevas, como la terapia acuática Halliwick, y sobre todo con personal sanitario multidisciplinar dirigido al trabajo rehabilitador especializado en estas dolencias, de manera que pueden ofrecer cuidados constantes y un seguimiento a la evolución del paciente. Otra de las claves es la seguridad a paciente y familia, garantizando un entorno seguro, adaptado a su situación –accesible por supuesto- y con todas las necesidades básicas cubiertas (comida, limpieza, etc.), incluso la del ocio más allá de sus tiempos de trabajo rehabilitador, pues obtener bienestar en la estancia ayuda al proceso.
La recuperación de fractura de cadera, mejor en residencias especializadas
Como explican desde la Residencia de Felechosa, los centros que ofrecen estancias temporales para pacientes con fractura de cadera realizan de entrada una Valoración Geriátrica previa al ingreso del paciente para evaluar todo, el antes y el después del hecho que movió el suceso y la entrada en la residencia. Se busca analizar el estado en que se encuentra para poder pautar un tratamiento y unos cuidados personalizados, siempre encaminados a su recuperación.
Además, se presta especial atención a su estado de salud general, incluyendo, por ejemplo, la mental, y con especial atención al estado de ánimo que presenta. De este modo, los profesionales del centro pueden hacer partícipe al paciente de actividades lúdicas y sociales que permitan al paciente sobrellevar mejor su problema de salud.
Según los profesionales del equipo médico de la Residencia de Felechosa, un volumen importante de las estancias temporales se deben a problemas con la cadera, lo que supone “un reto importante que debe ser enfocado con una atención multidisciplinar e integral para recuperar el grado de deambulación que tenía antes de la fractura”.
Estancias temporales para recuperación de fractura de cadera, un servicio muy demandado
La Unidad especializada de la Residencia de Felechosa permite realizar un tratamiento y seguimiento de las facultades musculoesqueléticas, con un equipo profesional compuesto por médicos geriatras, traumatólogos, rehabilitadores, fisioterapeutas, terapeuta ocupacional e incluso dietistas, dado que habrá que adaptar la nutrición de los mayores a su situación.
Entre las medidas rehabilitadoras es aconsejable comenzar con un plan de reentrenamiento gradual adaptado a la capacidad de esfuerzo del anciano y de realizar las adaptaciones necesarias o entrenar el uso de productos de apoyo que faciliten el proceso rehabilitador, siempre supervisado por los profesionales de la residencia para mayores.
Todas las atenciones adoptadas deben de mejorar significativamente la movilidad y las capacidades del residente.
Asimismo, es esencial que el personal comprenda la situación en que se encuentran estas personas, que muchas veces no están preparadas para abandonar sus hogares, aunque sea de forma temporal, y quedar ingresados en la residencia de mayores. La empatía y las ganas de demostrar al paciente que podrá recuperarse gracias a la ayuda de los profesionales del centro, y del propio centro, será una de las claves para que las familias opten por un centro en lugar de por otro de la competencia a la hora de recuperar de una fractura de cadera a sus seres queridos.
La finalidad es devolver al paciente al nivel de función previo a la fractura y en el menor tiempo posible. Por eso la residencia de mayores apuesta por una Unidad multidisciplinar ortogeriátrica que asegura un seguimiento de las facultades musculo-esqueléticas. La importancia de tener un equipo profesional y capacitado de médico geriatra, fisioterapeutas, terapeuta ocupacional e incluso dietistas, será fundamental.
El entorno de la residencia de cuidado del adulto mayor debe ser adaptado, social, accesible. Espacios que mejoren la calidad de vida, fomenten las actividades de la vida diaria, como los programas culturales e intergeneracionales que se desarrollan en Felechosa, con plenas garantías y la participación de la familia en el proceso, apostando por una buena comunicación entre todas las partes. Y en este sentido, la especialidad de la Residencia en dar todo el soporte que precisan esas convalecencias, junto con estar en un entorno de alto valor ambiental con spa (a muchos casi creen estar en un alojamiento vacacional rural con piscina y gimnasio pero con todo lo que necesitan las personas mayores en cuanto a coberturas médicas, de cuidados y profesionales) ayuda mucho a que quienes pasan por el trance de una cadera rota den el paso a una estancia de un mes o dos hasta poder retornar a su domicilio con garantías de autonomía para ellos y la familia.
DATOS DE INTERÉS
La incidencia de la fractura de cadera en España es de 153,24 casos por cada 100.000 habitantes, aunque aumenta en regiones como Asturias, donde la incidencia del envejecimiento es mayor. No obstante, la cifra es más baja que hace algunas décadas en Europa, en parte por la mejora de los cuidados, la alimentación, la introducción de fármacos para tratar la osteoporosis y la concienciación de la sociedad sobre este problema de salud, las pautas de ejercicio etc. Existen importantes estudios comparativos que han analizado las variaciones en la incidencia de la fractura de cadera en España durante las últimas décadas:
En Asturias, se analizó la epidemiología de la fractura de cadera a través de las historias clínicas de todos los pacientes mayores de 45 años ingresados durante un año y que residían en dos áreas sanitarias de Asturias, una representativa de un hábitat rural, como la zona del Alto Aller donde se asienta la Residencia de Felechosa, y otra de un hábitat urbano, tipo Oviedo, Mieres o Langreo. Se excluyeron las fracturas patológicas. Los autores identificaron 283 fracturas de cadera osteoporóticas, 225 de ellas en mujeres. La incidencia anual fue de 219,6/105 habitantes en los mayores de 50 años. La incidencia en las mujeres mayores de 45 años fue tres veces mayor que la de los varones de su misma edad (271 frente a 88/105, respectivamente). Observaron, además, un incremento exponencial de la incidencia con la edad, comprobando que ésta se duplicaba en cada quinquenio a partir de los 75 años y en ambos sexos. La incidencia global de fracturas fue similar en ambas áreas sanitarias. La incidencia de fractura de cadera en el hábitat rural fue de 167,4/105 habitantes-año en mayores de 45 años y de 218,9/105 y año en el hábitat urbano, para el mismo grupo de edad. La incidencia en individuos mayores de 50 años también fue superior en el hábitat urbano que en el rural. No se hallaron diferencias en la proporción de mujeres y varones fracturados procedentes de ambos hábitats.
Residencia Spa Felechosa
Barrio Parte Alta, Las Pedrosas, 2
(salida sur de Felechosa)
33688 Felechosa (Aller) Asturias, España
Tel. 985 48 75 11 / 985 48 75 86 / 628 541 487
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